Contó que fue atendida por la obstetra
Luisa Cáceres, quien le aplicó una inyección, al parecer para forzarle
una dilatación y que nada tenía que ver con el cuadro de tos que la
estaba aquejando.
Posteriormente fue atendida por el Dr.
César De la Cruz, quien señaló que no tenía nada y que su cuello uterino
estaba duro y no presentaba problemas, con lo cual la obstetra se
retiró.
Ella está segura que fue torpemente
inducida al parto, pese a no haber perdido nada de líquido amniótico,
por error de la obstetra a quien manifestó que la tos le hacía perder
orina. Como producto de estos errores y dubitaciones, la madre ha
perdido a los gemelos que llevaba en el vientre, por lo que exige una
severa investigación de las autoridades pertinentes, para determinar la
responsabilidad de quienes la atendieron erróneamente.
Manifestó que sus hijos están muertos y enterrados en el cementerio de Chancay y este caso de negligencia no debe quedar impune.
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